Tú y yo podemos ser los instrumentos de Dios en la salvación de otros, empieza desde hoy, aqui tienes una breve guía de ayuda, basada en textos biblicos.
Dios llama a cada cristiano creyente a testificar por Cristo, y cada cristiano puede ganar almas. El Señor Jesús dijo:
Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres (Mateo 4:19).
Cada persona que conoces tiene un alma que vivirá o morira para siempre; ya sea en las bendiciones del cielo o en las miserias del infierno. La Biblia dice:
El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él (Juan 3:36).
DIOS DA TANTO VALOR A LOS ALMAS DE LOS HOMBRES que envió a Su Hijo para que muriera en la cruz a fin de que los hombres pudieran ser salvos. Cuando comprendamos cuán preciosas son todas las personas para Dios, haremos todo lo posible por ganarlas para Cristo.
1.- Debemos usar la Palabra de Dios
Debemos saber usar la Palabra de Dios. Así como un médico no da la misma receta a cada paciente, así el mismo versículo no suplirá la necesidad de cada persona. Tú debes tener un buen conocimiento fundamental de la Biblia.
En nuestra última lección aprendimos cómo obtener un conocimiento fundamental de la Biblia. ¿Estás leyendo tu Biblia diariamente? ¿Estás aprendiendo de memoria las Escrituras? ¿Has establecido tu Tiempo Devocional? No seas negligente con estas cosas si deseas ganar almas para Cristo.
2.- Debemos tener el poder de Dios
Necesitamos el poder de Dios que viene del Espíritu Santo. Cuando el Señor Jesús ordenó que Sus discípulos predicaran el evangelio a toda criatura, también les prometió el poder del Espíritu Santo. Les dijo:
Recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos… (Hechos 1:8).
En el día de Pentecostés, los discípulos fueron llenos del Espíritu Santo. Pedro se puso de pie y predicó en el poder del Espíritu Santo y cerca de tres mil personas se salvaron.
HOY DÍA CADA CREYENTE TIENE AL ESPÍRITU SANTO MORANDO EN ÉL.
El Espíritu Santo es quien convence a la gente de pecado; quien muestra a la gente la necesidad de un Salvador; y quien les revela a Cristo. Pídele a Dios que te llene del Espíritu Santo para que tú puedas ganar almas eficazmente.
3.- Debemos dar el Evangelio a la gente
La palabra “evangelio” quiere decir “buenas nuevas”, y las buenas nuevas son que Cristo murió por nuestros pecados y resucitó para ser nuestro Salvador viviente. El apóstol Pablo escribió:
Además os declaro, hermanos, el evangelio… Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras (1 Corintios 15:1, 3-4).
4.- Cuatro Verdades Básicas
Hay cuatro verdades básicas en el mensaje del evangelio:
La realidad del pecado.
La pena del pecado.
Cristo pagó la pena.
Debemos recibir a Cristo.
Fija estas verdades en tu mente, porque las usarás en ganar almas para Cristo.
5.- Como guiar a una persona a Cristo
Al llevar a alguien a Cristo, sencillamente le explicas las cuatro verdades básicas del evangelio.
El primer paso para llevar una persona a Cristo es mostrarle con la Palabra de Dios que él es pecador. Un buen pasaje que se puede usar para esto es Romanos 3:10, 11, 12. Deja que él lea estos versículos. Eso es lo que Dios dice de nosotros. Luego, pídele que lea Romanos 3:23. Antes que una persona pueda ser salva, tiene que darse cuenta de que es pecadora y desear abandonar sus pecados. El Señor Jesús dijo:
si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente (Lucas 13:5).
El siguiente paso es enseñarle, de la Palabra de Dios, que la pena del pecado es muerte. “Porque la paga del pecado es muerte…”
Explícale que la palabra “muerte” como se usa aquí quiere decir la separación de Dios, en el lago de fuego, para siempre. Debido a que somos pecadores y condenados a la muerte eterna, necesitamos de un Salvador.
Nuestro versículo siguiente, Juan 3:16, es muy conocido. Deja que él lo lea. ¿A quién se refiere Dios cuando dice, “al mundo”? Él quiere decir todos. Esto te incluye a ti y a mí.
¿QUE NOS DIO DIOS? Nos dio a Su Hijo. Esto quiere decir que dio a Jesucristo para morir en la cruz por nuestros pecados.
¿POR QUÉ NOS DIO DIOS UN SALVADOR? Porque nos ama y porque ¡necesitamos un Salvador! No nos podemos salvar a nosotros mismos, así que Dios nos dio a Jesucristo para ser nuestro Salvador.
Si yo te regalo algo a ti, ¿me lo tienes que pagar? No. ¿Tienes que trabajar por ello? No. Pero, sí, hay algo que debes hacer: Tienes que recibirlo. Dios nos ha dado el Señor Jesucristo para ser nuestro Salvador, pero nosotros tenemos que recibirle.
Ahora busca Juan 1:12. Déjale leer este versículo. ¿Cómo llega uno a ser hijo de Dios? Recibiendo al Señor Jesús.
Mas a todos los que le recibieron… les dio potestad de ser hechos hijos de Dios…
AHORA ora esta oración conmigo:
“Señor Jesús, yo sé que soy pecador. Creo que Tú eres el Hijo de Dios, y que moriste en la cruz por mis pecados. Por favor, entra en mi corazón en este momento y sé mi Salvador”.
6.- Sabiendo que eres salvo
Cuando una persona en verdad recibe a Cristo como su Salvador, Dios quiere que sepa que es salva. ¿Cómo puede una persona saber que es salva? Puede saberlo:
(1) creyendo la Palabra de Dios, y
(2) por el testimonio del Espíritu Santo.
Un buen versículo para enseñar la seguridad de la salvación es Juan 3:36. Observa que Dios habla de dos grupos de gente en este versículo: Los que creen en el Hijo, y los que no creen en Él.
¿QUÉ DICE DIOS de los que creen en su Hijo? Dice, “El que cree en el Hijo, tiene vida eterna”. La palabra “tiene” quiere decir que la tiene ¡ahora mismo! Luego busca 1 Juan 5:11, 12, 13.
Observa en estos versículos que Dios dice que podemos saber que tenemos vida eterna.
¡DIOS LO DIJO!
¡YO LO CREO!
¡Y ESO ES TODO!
La seguridad de la salvación también viene del testimonio del Espíritu Santo. Esto quiere decir sencillamente que el Espíritu Santo nos hace saber en nuestro espíritu que somos salvos. La Biblia dice:
El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios (Romanos 8:16).
Tal vez creemos sinceramente que una persona ha recibido a Cristo como su Salvador, pero podemos estar equivocados. Por esta razón, nunca debemos decir a una persona que ella es salva. Eso es obra del Espíritu Santo.
7.- Se cortés y discreto
Al tratar de ganar una persona para Cristo, debes ser valiente, sin embargo, debes tener tacto y ser cortés a la vez. Debes guiar la conversación hacia asuntos espirituales, sin ofender. Seguidamente, debes averiguar qué es lo que la persona cree en cuanto al camino de la salvación. Una forma de hacer esto es preguntarle lo siguiente:
—Si alguien te preguntara, ¿cómo puedo llegar a ser hijo de Dios?, ¿qué le contestarías?
LA MAYORIA DE LA GENTE INCONVERSA cree que una persona se convierte en cristiana al bautizarse, al hacerse miembro de una iglesia, o al hacer buenas obras. Todo esto es bueno, pero no salva a nadie. La Biblia dice:
Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe (Efesios 2:8-9).
Después que hayas explicado esto, puedes preguntar:
—¿Te gustaría que yo te mostrara de la Biblia lo que Dios dice en cuanto a cómo se salva una persona? Si la respuesta es Sí, entonces puedes proceder con los cuatro pasos para guiar a una persona a Cristo.
8.- El amor es esencial
La cualidad esencial de un ganador de almas es que tenga amor por la gente. Tú no puedes ganar almas para Cristo si no amas las almas. Dios ama a toda la gente; todos son preciosos para Él. Pide a Dios que llene tu corazón con Su amor.
9.- Tú puedes ganar a los niños
¿Pueden los niños ser salvos? Sí, ¡seguro que sí! En realidad, es mucho más fácil para los niños confiar en el Señor Jesús que para los adultos. El Señor Jesús nos dijo esto. Dijo:
Si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos (Mateo 18:3).
¿Qué edad debe tener un niño para poder ser salvo? Suficiente edad para reconocer que ha pecado.
¿CÓMO PUEDES LLEVAR A UN NIÑO a Cristo? Sencillamente enséñale de la Palabra de Dios que él ha pecado y que necesita un Salvador. Luego cuéntale del Salvador que murió por sus pecados e invítale a que reciba a Jesucristo en su corazón.
10.- Algunos presentarán objeciones
No soy un gran pecador.Respuesta: Dios dice que todos somos pecadores.
Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios (Romanos 3:23).
Soy presbiteriano… bautista… católico, etc.Respuesta: La membresia en una iglesia no salva a ninguno: Tienes que nacer de nuevo. Jesús dijo:
El que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios (Juan 3:3).
Hay hipócritas en la iglesia.Respuesta: Sí hay, pero no habrán hipócritas en el Cielo. Tú no serás juzgado por lo que hizo otra persona, sino por tu propia vida. La Biblia dice:
De manera que cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí (Romanos 14:12).
Tendría que renunciar a muchas cosas.Respuesta: Cuando aceptas a Cristo Él te ayuda a renunciar a tus pecados. La Biblia dice:
Todo lo puedo en Cristo que me fortalece (Filipenses 4:13).
Estoy esperando a ser mejor.Respuesta: Tú no puedes mejorarte a ti mismo. El Señor Jesús nos dice que nos acerquemos a Él tal como somos y Él promete recibirnos. Dijo:
…al que a mí viene, no le echo fuera (Juan 6:37).
Temo que no puedo vivir la vida cristiana.Respuesta: Nadie puede, hasta que Cristo llega a morar en él. Él nos habilita para vivir la vida cristiana. El Señor dijo:
Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad… (2 Corintios 12:9).
Soy muy pecador.Respuesta: Jesucristo vino a salvar a los pecadores. Él salvará a cualquiera que venga a Él. El apóstol Pablo dijo:
Palabra fiel y digna de ser recibida por todos: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero (1 Timoteo 1:15).
Estoy haciendo lo mejor que puedo.Respuesta: No nos salvamos por nuestras buenas obras, sino por la fe en Cristo.
Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe (Efesios 2:8-9).
Yo creo que un camino es tan bueno como otro con tal que uno sea sincero.Respuesta: Quizá tú seas sincero, pero puedes estar sinceramente equivocado. La Biblia dice:
Hay camino que al hombre le parece derecho; pero su fin es camino de muerte (Proverbios 14:12).
Jesucristo es el Salvador; el único Salvador. No podemos llegar a Dios sino por Él. Jesús dijo:
Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí (Juan 14:6).
Tal vez más tarde.Respuesta: Es muy peligroso dejar para después una decisión tan importante. La Biblia dice:
No te jactes del día de mañana; porque no sabes qué dará de sí el día (Proverbios 27:1).
No quiero renunciar a mis pecados.
Respuesta: Si no estás dispuesto a renunciar a tus pecados, no puedes ser salvo. Jesús dijo:
Antes si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente (Lucas 13:5).
Yo no creo en el infierno.Respuesta: Esto no cambia la realidad de que el infierno existe. La Biblia dice:
Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre… (Apocalipsis 21:8).
Memoriza estas objeciones y sus respuestas para que las sepas cuando las necesites.
11.- Cosas que debes hacer y no debes hacer
Sí
USA SIEMPRE TU BIBLIA al guiar una persona a Cristo. Aunque puedas repetir el versículo de memoria, es mejor que permitas que la otra persona lo lea por sí misma.
No
USES DEMASIADOS VERSÍCULOS.
Sí
PIDE A DIOS EN ORACIÓN la guía del Espíritu Santo.
No
INTERRUMPAS A LA GENTE. Procura conocer cual sea su problema, pero no te desvíes. Continúa dirigiéndolos al punto clave de su relación con el Señor Jesucristo.
Sí
ACTUA CON SERIEDAD. Este no es tiempo para “bromear”. Ganar almas es asunto serio.
No
DISCUTAS. Dios no nos envía a ganar disputas sino a ganar almas.
Sí
TEN CUIDADO DE TU ASEO PERSONAL Y DE TU ALIENTO. No ofendas a la gente sin necesidad.
Sí
ADMÍTELO cuando no sepas la respuesta a una pregunta. Sencillamente di: “No sé la respuesta a esa pregunta, pero estoy seguro de que sí hay respuesta. Una cosa sé: Jesucristo cambió mi vida y Él puede hacer lo mismo por ti”.
Sí
ESTIMA MUCHO A CADA PERSONA. Debemos ver a cada persona como una por quien Cristo murió. Si miramos con desdén o despreciamos a cualquier persona, no somos dignos de ser siervos de Cristo.
No
TE DESANIMES. Algunos rechazarán al Salvador, pero tú sigue dando testimonio por Cristo.
Sí
INTERÉSATE POR ELLOS. Jesús lloró y oró por las almas, perdidas, y nosotros debemos hacerlo también.
Sí
ANIMA A LOS RECIEN CONVERTIDOS para que confiesen a Cristo a otras personas y a que se unan a una iglesia evangélica que predique la Biblia, tan pronto como sea posible.
12.- Vence tus temores
Uno de los obstáculos más grandes para la obra personal es el temor a la gente. Tememos a lo que otros puedan pensar.
A un obrero personal intrépido se le preguntó si siempre había sido valiente. Respondió que antes había sido tan tímido como cualquier otro. Un día ya no pudo soportarlo más. Cayó de rodillas con su Biblia abierta en el Salmo 34:4: Busqué a Jehová, y él me oyó, Y me libró de todos mis temores. Dijo: “Señor, hiciste esto por David. Hazlo ahora por mí”. Dios escuchó su oración y la contestó.
PIDE A DIOS que haga lo mismo por ti. Tú tienes el mensaje que trae vida eterna a la gente y debes proclamarlo con valor. Cuando tememos a la gente, hacemos a ésta más importante que el mensaje del evangelio. Esto es pecado.
13.- Tu puedes ganar almas
Hay gente a todo tu alrededor, que necesita ser salva:
Empieza a orar por ellos ahora mismo.
Busca oportunidad para testificarles.
Aprende las cuatro verdades básicas del Evangelio.
Aprende cómo responder a las objeciones.
Manténte preparado y Dios te usará.
NO TENGAS MIEDO DE EQUIVOCARTE.