La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha destacado el impacto potencialmente transformador de la Inteligencia Artificial (IA) en el ámbito de la atención médica. Sin embargo, advierte que la rápida implementación de la IA sin una comprensión adecuada de sus fundamentos podría tener consecuencias perjudiciales para los pacientes y profesionales de la salud. La OMS ha publicado un nuevo documento que aborda las consideraciones normativas esenciales relacionadas con el uso de la IA en la salud, con el propósito de guiar a las autoridades en la elaboración y adaptación de directrices para su aplicación.
I. La Promesa de la IA en la Atención Sanitaria: La OMS reconoce que la IA tiene un gran potencial para impulsar avances en la atención médica. Puede fortalecer los ensayos clínicos, mejorar el diagnóstico y el tratamiento médico, y complementar los conocimientos y habilidades de los profesionales de la salud. Además, la IA podría desempeñar un papel crucial en lugares con escasez de especialistas al interpretar imágenes radiológicas y escáneres de retina.
II. Desafíos y Consideraciones Normativas: A pesar de sus promesas, la OMS destaca que la IA se está desplegando rápidamente sin una comprensión completa de su funcionamiento. Esto plantea desafíos significativos en términos de privacidad y la posibilidad de empeorar problemas de salud existentes. Al utilizar datos médicos sensibles, los sistemas de IA deben estar respaldados por marcos legales sólidos para proteger la privacidad y la integridad de las personas. También se menciona que la IA puede dar lugar a la recopilación poco ética de datos, amenazas a la ciberseguridad y la amplificación de prejuicios o desinformación.
III. Recomendaciones para la Regulación de la IA en la Salud: La OMS propone seis áreas clave para regular la IA en el campo de la salud. Estas áreas incluyen la validación externa de los datos, la evaluación de sistemas antes de su implementación para evitar sesgos y errores, la revisión de los requisitos de consentimiento sobre la privacidad de los datos y la promoción de la colaboración entre reguladores, pacientes, gobiernos y profesionales de la salud.
La IA tiene un enorme potencial para revolucionar la atención médica, pero su rápido despliegue debe ir acompañado de regulaciones efectivas para gestionar los riesgos asociados. La OMS subraya la importancia de abordar problemas como la privacidad, la amplificación de sesgos y la desinformación. Las regulaciones adecuadas pueden garantizar que la IA beneficie a la salud pública sin comprometer la seguridad y la ética. La colaboración entre todas las partes interesadas será fundamental en esta travesía hacia un uso responsable y efectivo de la IA en el ámbito de la salud.