En un emocionante hallazgo, un equipo de paleontólogos de la Universidad Nacional de La Pampa, en colaboración con colegas de Los Ángeles, TE. Andes SA, ha descubierto las primeras huellas perfectamente conservadas de las enigmáticas “aves del terror” en Argentina. Estas aves, conocidas científicamente como Phorusrhacidae, habitaron América del Sur durante el Cenozoico y poseían características asombrosas que desafían la imaginación. En este artículo, exploraremos los detalles de este emocionante descubrimiento y su significado en la paleontología.
El Misterio de las “Aves del Terror”: Las Phorusrhacidae, cariñosamente llamadas “aves del terror”, eran un grupo de aves no voladoras que se asemejaban a avestruces y que habitaron en América del Sur, aunque existen evidencias de su presencia en América del Norte y África. Estas aves imponentes se caracterizaban por sus patas largas y picos poderosos. Cazaban a sus presas persiguiéndolas y empleando sus afiladas garras o picoteando de manera letal.
Descubrimiento de las Huellas en Argentina: El equipo de paleontólogos descubrió estas valiosas huellas en un afloramiento costero del Golfo San Matías, en un pequeño canal cerca de la costa. Las huellas revelaron evidencia de arrugas y ondas, junto con grietas de barro a lo largo de sus bordes. Este intrigante rastro fósil proporciona una visión única de la vida de estas criaturas, permitiendo a los científicos comprender mejor sus comportamientos y características.
El Retrato de una “Ave del Terror”: Las huellas descubiertas sugieren que pertenecían a un Phorusrhacidae de tamaño mediano, posiblemente de la subfamilia Mesembriornithinae. El equipo estima que el ave tenía una altura de cadera de 0,81 metros y corría a una velocidad impresionante de 2,74 metros por segundo. Esto, sumado a la profundidad de las huellas, sugiere un peso promedio de alrededor de 55 kilogramos.
Revelando una Adaptación Sorprendente: El patrón de las huellas y la postura de cada una de ellas ofrecen una visión intrigante de cómo estas aves habían desarrollado adaptaciones específicas para correr a gran velocidad y cazar a sus presas de manera efectiva, utilizando garras en sus patas. Este método de caza recuerda, en cierta medida, a la estrategia utilizada por los velocirraptores, lo que resalta la fascinante evolución de la depredación en el reino animal.
El descubrimiento de estas huellas de “aves del terror” proporciona una valiosa perspectiva sobre la vida y el comportamiento de estas criaturas prehistóricas. Además, resalta la necesidad de continuar investigando y preservando el rico patrimonio paleontológico de Argentina y del mundo en general. Este hallazgo nos recuerda la importancia de mirar hacia el pasado para comprender mejor nuestro presente y futuro. Se anima a los amantes de la paleontología y la historia natural a explorar esta emocionante contribución a nuestra comprensión de la vida en la Tierra.